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transforma tu empresa con vanesa ramos es un podcast semanal donde te daré herramientas y técnicas para mejorar tu empresa gracias a la tecnología. Episodio 1.

Cómo implementar el teletrabajo en tu empresa

By Podcast No Comments

Es viernes y hay podcast… y en este caso, con un artículo donde amplío aún más todo lo que te cuento en él.

En el episodio 07 del podcast no te hablo sobre cómo implementar el teletrabajo en tu empresa. En él, te cuento consejos fáciles para teletrabajar. Dado que ya tengo un artículo con este tema que puedes consultar desde este enlace, voy a complementarlo con un artículo extra. 

La comunicación es uno de los pilares en los que tiene que apoyarse cualquier proyecto. No es el principal, pero es el menos valorado, el más dejado de la mano y el que más resultados positivos da a poco que apliques alguno de los trucos y consejos que te doy.

Antes de continuar con el «extra» del episodio, te lo dejo a continuación. Está disponible en  Spreaker, Ivoox, Google Podcast, Apple Podcast Youtube y Spotify.

Como complemento y dado que se trata de algo que ya he tratado, voy a darte unos cuantos consejos más sobre cómo implementar el teletrabajo en tu empresa.

¿Cómo implementar el teletrabajo en tu empresa?

  • Prepara tu empresa: De nada sirve que quieras teletrabajar si tu empresa no está preparada para ello. ¿Tienes un servidor propio? Entonces habla con tu equipo o proveedor de sistemas para hacer que todo el mundo pueda conectarse al mismo. Internet se inventó para esto, ¡aprovéchalo!
  • Asegúrate de que tus empleados pueden teletrabajar: ¿tienen el equipo necesario para ello? ¿los accesos a los programas? Si trabajan con un portátil de empresa es más fácil, ya que toda la seguridad ya estará implementada. Si tienen que trabajar desde un ordenador propio, lamento decir que no es ni lo más seguro, ni lo más adecuado.
  • Decide cómo vas a comunicarte con tus empleados: Precisamente de eso va el artículo que te dejé aquí. Recuerda que no es necesario estar reunido todos los días.
  • Decide también cómo quieres tener controlado al equipo: Es decir, saber qué está haciendo cada uno, en qué proyecto o trabajo está, cuánto le queda por acabar o si necesita ayuda.
  • Establece los objetivos a nivel de equipo y trabajador: Recuerda que los objetivos tienen que ser ‘SMART’, específicos, medibles, alcanzables, realistas y con un plazo determinado de tiempo para cumplirlo.
  • Da formación a tus empleados: Todos los empleados tienen que saber manejar no sólo las herramientas que ya manejan en su día a día, si no las nuevas que estás utilizando para teletrabajar.
  • Controla los horarios: Particularmente, no soy muy fan de controlar todo lo que ocurre con un trabajador. Estoy en contra de los controles horarios porque prefiero que se autogestionen. Pero si eres un maniático del control o alguno te ha dado problemas (esto es así) recuerda que puedes utilizar herramientas para controlar el tiempo que dedican a trabajar en la empresa. El control horario se debe registrar como si fuera presencial. Y atención: ¡¡Tienen derecho a desconectarse!! Utilizar la excusa del «es que como estás en casa, podrías hacer un poquito más» no sólo es ilegal, es completamente inmoral y carente de ética.

Espero que con estos consejos tengas ya suficientemente claro cómo implementar el teletrabajo en tu empresa y puedas seguir teletrabajando cuando el virus nos dé permiso de volver a la oficina.

Recuerda que además, siempre puedes contar con mi ayuda para sacarlo adelante. ¿Quieres saber cómo? Nos hacemos un café cuando tú quieras 😉

transforma tu empresa con vanesa ramos es un podcast semanal donde te daré herramientas y técnicas para mejorar tu empresa gracias a la tecnología. Episodio 1.

Dominar el miedo al cambio: las mejores estrategias

By Podcast No Comments

¡Bienvenido sea un viernes más de podcast! Y ojo que aquí te voy a hablar de las mejores estrategias para dominar el miedo al cambio.

Es aplicable a todo el mundo, sean empresarios o emprendedores, porque hablo directamente de las mejores estrategias para dominar el miedo al cambio en cualquier ámbito.

Te dejo con el podcast en Spotify aunque ya sabes que lo tienes disponible en Spreaker, Ivoox, Google Podcast, Apple Podcast y las principales plataformas de podcasting, además de en mi canal de Youtube.

Como te decía, hoy quiero compartir contigo mis mejores estrategias para gestionar el miedo al cambio.

Lo vengo hablando durante los últimos podcasts. El miedo es sano, nos ha traído hasta aquí. El problema no es el miedo en sí. Es lo que nos hace ese miedo. No nos gusta cambiar y hay razones físicas para ello. No nos gusta el cambio porque desconocemos lo que hay detrás.

Nuestro cerebro busca la comodidad y la seguridad.

Todos tenemos miedo a cambiar pero el cambio forma parte de nosotros desde que estamos aquí. Estamos cambiando constantemente. No somos inmutables y si alguien cree que lo es, permíteme dirigirme a ti concretamente y decirte que sólo crees que lo eres. Tus células cambian. Tus neuronas cambian… Tu forma de ver la vida con el paso de los años, cambian…

¿Cómo dominar el miedo al cambio?

La primera estrategia que yo utilizo para que tus empleados adopten las nuevas tecnologías, es explicarles en qué les va a ayudar esa tecnología. Y te recomendaba que tuvieras reuniones con tus empleados donde poder ponerse al día.

La primera estrategia para dominar el miedo al cambio es cuestionar si es realmente malo ese cambio.

En esas reuniones que te comentaba, aparecerán cientos de razones negativas para no implantar esa herramienta. Es miedo al cambio. Así que oblígales a que se cuestionen cómo de horrible es ese cambio. ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Anota todo lo que les salga. Haz un brainstorming ahí mismo, que te digan qué es lo peor que les puede pasar. Y rebate punto a punto cada una de sus objeciones. Si quieres hacerlo bien, llévate todas sus ideas negativas y haz otra reunión donde habléis en un entorno abierto, de todo lo que ha surgido.

  • ¿Tienen miedo a que la herramienta les quite el trabajo y ellos se vayan a la calle? Explícales qué esperas que hagan tras la implantación de la herramienta.
  • ¿Tienen miedo a que ellos no sepan adaptarse? Comprométete a darles formación. Trabaja en la confianza de tus empleados.
  • ¿Tienen miedo a que haya un castigo? Explícales que el trabajo es en equipo y que los fallos son oportunidades de mejora. De hecho, si puedes, quita de tu vocabulario la palabra error o fracaso y sustitúyela por mejoras.
  • ¿Tienen miedo, incluso, a que después de hecho el esfuerzo de aceptar el cambio no se recompense? La empresa es un barco, o remamos todos o nos vamos a pique. Todos los esfuerzos deben recompensarse.

Dales aquello que están buscando: seguridad

Comunicación

La segunda estrategia que siempre utilizo para dominar el miedo al cambio es la comunicación.

Comunicar e incluso sobre comunicar. Vale más que seas un pesado explicando las cosas que quedarte con la información y que tu equipo no sepa por qué ni para qué todo lo que están pasando.

Porque no nos engañemos: no he visto jamás y llevo más de 10 años trabajando en esto, ningún sólo cambio o implantación que sea fácil y sencillo. Siempre siempre hay problemas. Siempre.

Así que prepárate para estar todo el rato sobrecomunicando.

También tendrás que plantearte quién tiene que hacer esa comunicación: Depende muchísimo del tamaño de la empresa. Si eres el gerente de una micropime quizás no haya una persona clara que tenga que ser tu “guía” y necesitas a alguien externo que te ayude a ello. En una pyme los “estratos” o niveles pueden estar algo más definidos y ahí podrás elegir a un grupo de personas, un equipo, que te ayuden a trasladar toda la información por todas las partes de la empresa. Además, te ayudarán a vencer las resistencias de los trabajadores.

Se trata de ser lo más transparente posible.

Además, volvemos al punto anterior. La comunicación es una calle bidireccional y más en cualquier proceso de implantación o cambio. Escucha qué te dicen. Recibe todo el feedback que puedas y trabaja de nuevo sobre ello.

Esta retroalimentación te ayudará a comprobar cómo estáis avanzando en los cambios.

Y las dos últimas estrategias que quiero explicarte hoy: Establecer siempre objetivos a corto plazo y ser persistentes.

Sí, el final es que tengamos esa herramienta que mejora el proceso X de la empresa instalado y funcionando al cien por cien, en el menor tiempo posible.

Si me admites una recomendación, aumenta un 40% ese “menor tiempo posible” y tendrás una primera visión del tiempo real de implantación.

Repito, como siempre, todo esto depende de la empresa pero hablando en líneas generales.

Ese objetivo final, lleva asociados elementos que hay que verificar con el paso de los días para ver si realmente se está consiguiendo. Tenemos una meta final. A la que sólo podemos llegar pasando etapas. Como la vuelta ciclista.

En muchos casos la definición de las etapas y de los objetivos ya estarán bastante definidas.

Si no están, toca definir las etapas y explicarlas a las personas implicadas.

Y siempre, haz un seguimiento del tema. Ya seas tú mismo quien se encargue de llevarlo a cabo o ese equipo que te he propuesto anteriormente, hay que hacer un seguimiento cada cierto tiempo para ver cómo se van quemando etapas.

Esas etapas, esos objetivos a corto plazo, son los que tienen que llevarse a cabo en el día a día.

Al final, tras pasar por todas las etapas, tendremos cumplido el objetivo principal sin darnos cuenta.

Cuando creas que ya se han cumplido, recompensa a tus trabajadores de alguna forma. Todos los éxitos por pequeños que sean, han de ser recompensados.

Dominar el miedo al cambio… si no eres una empresa

Hasta ahora te he dado estrategias para aplicar si eres una pime o micropime. Pero las mismas, con algunos cambios, son las que tenemos que utilizar cuando queremos hacer cambios en el terreno personal o de autónomos.

Podemos cambiar una, la de comunicación, por otra que he tocado por encima: ser consistente o disciplinado, pero el resto de estrategias podemos aplicarlas exactamente igual.

El miedo al cambio puede gestionarse de una forma muy sencilla. Planteémonos si realmente eso nuevo que quiero instalar en mi día a día es tan terrible.

¿Qué es lo peor que puede ocurrir? ¿Que no puedas adaptarte? Te puedo asegurar que hay mucha gente que ya lo ha hecho y lo más seguro es que haya un tutorial en Youtube explicándote cómo hacerlo.

Comunicar el por qué y para qué, quizás no sea, como apuntaba antes, del todo necesario pero no viene mal tener un pos-it, una nota, una imagen, algo que te recuerde cuál es el motivo por el que estás implementando ese cambio o esa mejora.

Vas a liberar tiempo. Vas a dedicar dos horas a hacer las facturas en vez de siete… piensa en una imagen o escribe una frase que te lo recuerde.

Porque esa es otra trampa de nuestro cerebro: es un poco mentirosillo y de repente, te olvidas por qué estás haciendo ese cambio salvo que lo tengas tremendamente interiorizado o ya lo hayas conseguido.

Establece también objetivos a corto plazo y revisa que los vayas cumpliendo. Y no dudes en plantearte un sistema de recompensas.

Y sé consistente en la utilización de la herramienta y vencer el miedo al cambio.

Es verdad que cuanto más sencilla es la herramienta más fácil es utilizarla y menos disciplina vas a necesitar para seguir utilizándola. Por eso, no busquemos herramientas complejas. Útiles, sencillas de usar y fáciles de entender.

Como conclusión, te recuerdo aquí las estrategias a utilizar:

  • Haz que tus empleados cuestionen cómo de malo es ese cambio y dales seguridad.
  • Sobrecomunica, sé lo más transparente posible.
  • Establece objetivos a corto plazo
  • Haz seguimiento y sé consistente en el tiempo.

Como siempre, si tienes dudas o quieres que te ayude a poner en práctica estas técnicas, ya sabes, contáctame

¡Gracias!

Emprender desde dentro. Reflexiones de una emprendedora.

By Personal No Comments

Hoy no os voy a soltar nada sobre tecnología. Sí que voy a contar un poco, por qué y para qué doy este paso aunque está también explicado en la página Sobre mí

Hace días que le vengo dando vueltas a este asunto y como en otras ocasiones, al final, como mejor me sale todo es por escrito así que ahí va.

¿Por qué emprendo?

Pues si soy fiel a la verdad, a toro pasado y echando un vistazo a mi vida, lo que no entiendo es qué hacía yo dentro de una empresa, o varias, durante tanto tiempo.

Emprender siempre estuvo dentro de mí. Recuerdo una conversación con mi hermano a eso de los 8/9 años donde le soltaba una sentencia tal que así: cuando tenga 23 años tendré una empresa.

Ni a los 23 ni a los 30… a los 40.

Los estudios, la carrera, la primera empresa, los primeros trabajos… lo que en determinados círculos se llama zona de confort y en otros, o en los mismos, la rueda del hámster.

Te metes en un círculo que te empeñas en seguir.

Hace poco, escuchaba un podcast donde una coach comentaba que la vida te va dando pistas para hacer que te despiertes y descubras que eso no es lo que vienes a hacer aquí. Y cuando no le haces caso las veces que te llama la atención, llega en forma de drama.

En mi caso, mirando para atrás, parece totalmente cierto.

La semilla del emprendimiento siempre ha estado ahí, desde hace tiempo, muchos años. En determinado momento, hace cuatro años, vuelve (porque se había ido por un tiempo) el malestar… es una molestia que hace no ya no te lo pases bien en tu trabajo, es complicado definirlo pero seguro que algunos veis por dónde voy. Hay algo… algo que hace que tú ya no pertenezcas a esa comunidad, a esa empresa. Algo que empieza a removerse.

Hay algo que no está bien

En mi caso ocurrió en una época de cambios. El viernes estaba todo bien… y el lunes siguiente, rompo a llorar mientras me subo los pantalones apoyada contra la pared de la habitación.

Pasé por el psicólogo. Síndrome de burnout. Síndrome del quemado. No me sentía reconocida en mi trabajo ni en ningún otro ámbito de mi vida, quería irme. Dejarlo todo. Huir.

A finales de ese año, la vida me daba una hostia aún más grande. Mi padre fallecía a 6 meses de cumplir los 65 años. Albañil, toda la vida en la misma empresa, su objetivo, su fecha de fin, su fecha de inicio de vida… los 65.

Y me vi a mi misma diciendo, literalmente, hostia tú… que igual no llegas.

Mi padre fallecía en Diciembre y mi carta de baja estaba en la mesa de mis jefes en Enero.

Mejor, digamos para qué emprender

A partir de ahí me lancé a los brazos del emprendimiento, vale, primero descansé, puse en orden mis prioridades y decidí que yo no quería luchar contra los clientes. Esa es la sensación que me estaba matando… Luchar contra los clientes.

Yo quería apoyarles. Levantarles, hacer crecer sus proyectos. Ayudarles. Como siempre me ha gustado hacer.

Después de un intenso curso de autoconocimiento, encontré mi para qué.

Para ayudar.

Apoyar.

Sumar.

Era bien sencillo, siempre había estado ahí.

Todos mis años en empresa me han servido. Me han enseñado cómo tratar con personas de todo tipo. Tengo además, una capacidad innata para ver qué ocurre en las empresas o en los entornos donde me incorporo. Y tengo una capacidad brutal para liarla. 🙂

Liarla en el buen sentido, en el sentido de hacer mejor las cosas.

Este autoconocimiento me ha ayudado en todo momento a saber por dónde dirigir mi emprendimiento. Qué hacer, qué no hacer, cuáles son mis valores.

Entonces, ¿la solución es emprender?

No. Quizás la solución hubiera sido un cambio de trabajo. Otra empresa. En mi caso no valía, por lo que os he dicho ahí arriba…  Yo quería montar una empresa.

Siendo sinceros, emprender no es fácil. No es para todo el mundo.

Además de los problemas económicos (España es diferente, ya sabéis) sumamos otro buen montón de problemas. Empezando por nosotros mismos y nuestra mentalidad. Nuestra capacidad de creérnoslo.

No es nada fácil. Y no tiene por qué ser para todo el mundo.

Un día te lo crees, al día siguiente estás hundido, luego te recuperas, vuelves a pensar que todo irá bien, aparece un problema y otro… y te sientes sólo. Muy sólo.

Emprender: Nuestro día a día.

Un día en la vida del emprendedor

O tienes de repente un problema con tus socios, la gente cambia, quizás en un primer momento todo iba bien y ahora es todo una mierda. Es normal. ¡Cambiamos!

Mal estaría la cosa si no lo hiciéramos. El ser humano busca evolucionar, puede que de una forma que ni te imagines. Quizá no es emprender lo que necesitas, quizás es un cambio de aires, un nuevo trabajo…

Consejo desde dentro

El único consejo que puedo dar en esto del emprendimiento es que hay que aprender. Es fundamental aprender.

De otros y de ti mismo. Aprender lo que va bien y lo que no.  Cuál es la mejor forma de validar que tu negocio funciona. Aprender de finanzas, de comunicación, de marketing. A saco.

Y desaprender. Desaprender implica liberarte de ideas preconcebidas, de restricciones, de límites. Desaprender de lo que nos han dicho en la escuela y en la universidad y sí, reaprenderlo todo de nuevo.

 

Frase de Sheryl Sandberg

Sheryl Sandberg – https://successstory.com/inspiration/women-entrepreneur-quotes

En mi caso aproveché todo lo que pude la semana que nos daban la formación en el concurso Eureka. Fue un máster en toda regla. Así que aunque no tengas una idea clara, puedes presentarte a este concurso. Te aseguro que aunque no te presentes, merecerá muchísimo la pena. Los ayuntamientos suelen tener este tipo de cursos a disposición de todo el mundo. Por no hablar de plataformas MOOC como Coursera, Miriada X…

Justo esta semana que viene aparece En unos días tenemos Woha-up. Un evento donde podrás aprender de los mejores, así que, si algo de lo que te he contado te ha hecho clic, o en algún punto has dicho: ay… esto me suena…

Hazme caso y no te lo pierdas. Aprenderás a saco y validarás tu idea de negocio. Y si no la tienes, no pasa nada, saldrás con las ideas mucho más claras para cuando te llegue el momento.

No te lo puedes perder.