¡Un viernes más hay podcast en la casa! Hoy te voy a compartir tres técnicas. Tres recomendaciones cruciales y 100% efectivas para que tus empleados acaben amando la tecnología que quieres implantar.

Como siempre te dejo con el podcast en Spotify y lo tienes disponible en Spreaker, Ivoox, y  las principales plataformas de podcasting.

 

Cuando nos liamos a implantar algo, si nos damos cuenta, podemos ver muchos muchos miedos.

Todos esos miedos están relacionados con el aprendizaje: tenemos miedo al fracaso. Miedo a arriesgarnos. Miedo a que nos echen la bronca por hacerlo, miedo a cometer errores.

Y el más grande de todos: el miedo a las propias competencias.

Todos esos miedos hacen que se vea la tecnología como algo “para otra gente”. Personas que saben de qué va el tema. Y nosotros, lo acabamos viendo como algo complicado, complejo…

Estas técnicas que hoy comparto contigo son las mismas técnicas que llevo aplicando los últimos años para hacer que personas que odian la tecnología, pasen a aceptarlas y en algunos casos… ¡a amarlas!

La primera técnica

La primera técnica 100% efectiva para hacer que tus empleados acaben adaptando la tecnología que quieres implantar no es otra que:

Explicarles en qué les va a ayudar esa tecnología.

Ante el primer momento de rechazo es fundamental que les expliques por qué y para qué estáis implantando esa nueva tecnología.

En el episodio cuatro te ponía el ejemplo de un trabajador que de repente ve liberada su mañana porque una herramienta automatizada hace en tres minutos un informe que a él le llevaba tres horas Y te conté que la respuesta del trabajador fue “no lo quiero y no lo necesito”.

En esa empresa, la herramienta no se llegó a implantar porque esa persona era la responsable de tomar esa decisión. Y ante el miedo, optó por el refrán de “virgencita virgencita, que me quede como estoy”

¿Qué podíamos haber hecho mejor?

Para empezar, explicarle por qué queríamos esa herramienta en la empresa. Queríamos esa herramienta porque no es necesario que una persona dedique tres horas a pintar cosas en un Excel. Eso es desaprovechar a la persona.

Hay que hablar con esos trabajadores que van a utilizar esas nuevas herramientas tecnológicas que de base son un no. Y aquí entras tú o el responsable directo del trabajador… Quien mejor les conoce tiene que explicarles las razones de ese cambio.

Y una recomendación adicional, la imposición no funciona a largo plazo. Puede funcionar a corto, pero a largo acabará olvidándose.

En algunos casos incluso llegarán a sabotear la herramienta y tu empresa acabará con un “mueble” precioso, un rolls royce por el que estás pagando una pasta pero al que, al final, no le sacas partido porque a tu chófer le gusta más el coche que estáis usando ahora.

Es una analogía muy simplista pero creo que funciona para ilustrar lo que quiero explicarte.

Tienen que entender y ver lo que tú ves cuando hablas de esa nueva herramienta tecnológica que quieres implantar. Explica claramente los beneficios que van a obtener:

  • Reduciremos costes de almacenamiento
  • Serás más rápido y eficiente haciendo la tarea
  • Más tiempo para dedicarle a tareas más interesantes
  • Mejorarás tu currículum.

Hay mil razones que puedes esgrimir. Tienes que encontrar la que mejor funcione a cada caso.

Explicarles de forma razonada para que entiendan por qué y para qué se está implantando una nueva herramienta puede hacer que abran la puerta a empezar a utilizarla. Pero hay que ser constantes y consistentes y aquí entra la segunda idea.

La segunda de las técnicas

No es otra que:

formación, formación y formación.

De base, no nos gusta aquello que desconocemos. Entonces, por qué dejar que se enfrenten solos a algo que es completamente nuevo y que no habían visto nunca?

Creo en una formación continua. Creo en un soporte a largo plazo. Una formación de dos o tres horas para procesos que en cualquier empresa son más o menos complejos, no son válidas.

Necesitas tener a una persona “al otro lado de la línea” con una paciencia infinita y que te ayude a que tus empleados aprendan a manejar esa tecnología.

La formación y que ellos puedan hacer las preguntas durante más tiempo del planteado inicialmente son absolutamente necesarias.

¿Por qué digo esto?

He comprobado que por mucha formación que hagas siempre va a haber casos que no aparezcan en las mismas.

De por sí todas las formaciones se quedan cortas, te lo puedo asegurar. Además, durante las formaciones y he dado muchas durante los últimos 10 años, los empleados están más preocupados en cómo hacen ellos ahora las cosas que en aprender las nuevas formas que la herramienta les ofrece.

Esto provoca a su vez desconfianza en la herramienta y en sus propias capacidades.

Y empiezan las dudas.

No son capaces a ver que todo tiene solución. Si hay algún proceso que ahora es redundante y con esa nueva tecnología lo cambian, van a corregir un problema. Si no es redundante y la nueva herramienta no lo hace, se puede añadir…

Y en cualquier caso, google tiene respuestas para todo. Siempre encontrarás un tutorial gratuito que poder usar. Hay muchas herramientas que tienen incorporada una base de datos de aprendizaje y te permiten aprender por ti mismo. Aprovéchalas.

La tercera técnica

Y por último, la tercera de las técnicas que quiero compartir contigo es esta:

Trabaja la confianza de tus empleados.

Hay muchas formas de darles y transmitirles esa confianza. Muchas fórmulas y técnicas que puedes usar.

Pero todas pasan por darles espacio. Que sean conscientes de que los errores, existen, van a existir durante un tiempo y no pasa nada… que haya un lugar donde poder hacer pruebas sin miedo, es absolutamente necesario. Un entorno donde podamos jugar con la herramienta, ver sus capacidades y cómo funciona… Ver los posibles casos de errores y procesos que no acaban de encajar… Dedicar tiempo en el día a día a que puedan entrenar con la herramienta es casi obligación.

Que sean conscientes que estamos aprendiendo, que el aprendizaje humano es a base de prueba y error. Dales libertad para que puedan investigar y aprender por su cuenta.

Y si hay errores, repito, no pasa nada. Estamos aprendiendo. De todos los errores se aprenden cosas.

Paso a paso, utilizando el juego para despertar esa curiosidad que les hará adaptar la tecnología que quieres implantar en tu empresa.

Reúnete con ellos para que te pongan al día de los problemas que tienen con la herramienta, que vean que estás interesado en su funcionamiento y en su utilización. Que vean implicación por parte de los directivos es necesario.

Gracias por estar ahí y como siempre, si tienes dudas o quieres que te ayude a poner en práctica estas herramientas, contáctame

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