Cuando nos ponemos serios con la nube queremos saber qué pasos hay que dar y por dónde podemos empezar para migrar de forma segura y sencilla. Son tres los pasos que no puedes ignorar si quieres migrar a la nube.

Antes de nada, como siempre, te dejo el episodio en Spotify y en el resto de plataformas: Podimo, Spreaker, Ivoox, Google Podcast, Apple PodcastYoutube.

Además, te recuerdo: este post es un resumen de todo el contenido que doy en el episodio. Ahí doy mucho, mucho más de lo que hay aquí.

Seas autónomo, pequeña, mediana o gran empresa, hoy voy a hablar de los tres pasos necesarios, aquellos que no puedes ignorar, los que tienes que realizar sí o sí, cuando estás pensando en migrar a la nube.

Cuando empezamos a mirar “nubes” porque estamos convencidos que es una buena idea para nuestra empresa, porque nos ayuda a descentralizar y nos da una flexibilidad total a la hora de trabajar desde cualquier lado, una de las dudas que nos surge es por dónde empezar.

Como sabes, en los episodios anteriores hemos hablado de qué es la nube y cuál es mejor y más segura. Si no los has escuchado, te recomiendo que lo hagas. Está todo, como siempre, en los principales reproductores.

El primer problema suele ser el “por dónde empiezo”. No hay una única forma de hacerlo. Como todo, depende del tamaño de tu empresa. Si has escuchado los anteriores episodios, tendrás claro ya qué vas a conseguir con este cambio. Aún así te voy a dar varias ideas: ahorrar dinero, ahorrar tiempo (gracias a los sistemas de búsqueda y a los gestores documentales), lograr más flexibilidad, no depender de un sistema físico que puede estropearse. Llegado el caso, ahorrarte ese sistema físico y el soporte del mismo…

Primer paso: qué migrar a la nube y para qué

Por tanto, el primer paso que no puedes ignorar para migrar a la nube es: tener claro qué quieres subir y para qué. Puede no ser todo, puede que no necesites tener en la nube el CRM de la empresa (lo desaconsejo, sinceramente) o puede que no necesites tener el sistema de recursos humanos… Quizás quieras tener el sistema de gestión de nóminas y no el de presupuestos. Tienes que tener claro qué necesitas sacar de los discos duros y por qué hacerlo.

En base a esa idea, en base a conocer qué quieres hacer, tienes que tener claro hacia qué modelo vas: privado, público o híbrido. Mi recomendación sería mantenerlo híbrido. Puedes aprovechar las ventajas de la nube pública compartiendo los archivos del día a día, los documentos de texto, hojas de cálculo, etc, y tener el sistema de negocio en una nube privada bien protegido y con copias diarias. De los diferentes sistemas te he hablado en episodios anteriores.

Tienes que conocer tus sistemas para saber si lo puedes subir o no, si hay incompatibilidades…

Paso dos: qué servicios vas a necesitar

Una vez que tienes claro qué modelo quieres utilizar y qué quieres subir, puedes plantearte qué servicios puedes contratar para empezar a trabajar en la nube. El paso 2 por tanto es determinar qué voy a necesitar para la migración.

Aquí hay diferentes modelos y te voy a explicar qué significan las siglas que estoy segura que ya has empezado a ver por ahí.

    • Tenemos el modelo SAAS: Esto viene de las siglas Software as a service: para que lo veas claro, es lo que ocurre cuando usas el google drive o el office 365 online. El software que estás usando está proporcionado por los proveedores de la nube.
    • Modelo IAAS: Infraestructure as a service. En este caso, vas a migrar la parte hardware a la nube. Si alguna vez has usado una máquina virtual es lo que ocurre, en una máquina virtual te estás conectando a una máquina externa que es quien ejecuta las acciones. ¿Cuándo puedes pensar en este modelo? Cuando estés preocupado por la seguridad y necesites algo muy personalizado. Casos de esto sería Azure, que es la opción que proporciona Microsoft o HP.
    • Y luego el modelo PaaS: platform as a service. Para que lo entiendas, te voy a poner el ejemplo de una empresa que vende una aplicación web a un cliente. Esa aplicación web, para crearla, usarla, etc, necesita de servidores físicos, de programadores que trabajen… Pues estas plataformas en la nube permiten que todo lo necesario para crear, manejar, ejecutar estas aplicaciones estén en la nube. Lo administran todo ellos. Te permite programar sin tener que gastarte dinero en elementos físicos… así para que lo entendamos.

Paso tres: esta no te la esperas: Planifica y comunica

Una vez que tienes claro si vas a una nube pública, privada o híbrida, si necesitas una infraestructura en la nube o prefieres utilizar la opción de servicio… te has asegurado que todo es compatible y no vas a tener muchos problemas… toca planificar la migración y comunicar de forma constante por qué y para qué.

Empezando por tomarte tiempo para elegir proveedor o proveedores que te ayuden a determinar lo que necesitas realmente sin comprar cosas que luego no vas a usar. Preparar el plan de seguridad, determinar qué sube antes, qué después qué procesos tienen que modificarse y qué formación vas a dar a los trabajadores.

Una migración siempre te va a dar dolores de cabeza, lo sé porque he estado en muchas. Los trabajadores tienen que ser pacientes y comprender por qué se hace y creéme cuando te digo que lo de ahorrar dinero, no es lo que más le pueda importar. ¿Qué beneficios va a tener para ellos? ¿Qué va a conseguir? ¿Cómo va a mejorar su rendimiento y su trabajo?

Igual, que le digas que va a poder trabajar más fácilmente desde casa, no le hace especial ilusión. Ahora que muchos han probado el teletrabajo, se encuentran mucho más tranquilos o más cómodos en la oficina. Quizá puedas aprovechar para preguntarle a tus trabajadores.
Esto, claro, que si hablamos de los que estamos con el ordenador o el móvil en ristre. Pero hay otros muchos que también pueden beneficiarse de trabajar en la nube. Prácticamente todos los servicios de reparto usan estos sistemas. Se trata de ajustar el trabajo que se hace día a día a un sistema que beneficia de muchísimas maneras a la empresa, a los clientes internos y a los externos.

Por supuesto que hay más pasos que no puedes perderte, pero estos tres son los pasos que no puedes ignorar cuando empezamos a hacer una migración a la nube: saber qué quieres subir, saber qué servicios vas a usar y planificar y comunicar.

Espero que el post y el capítulo te hayan resultado interesantes y si quieres saber más o necesitas ayuda, ya sabes dónde estoy.

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