Estoy más que segura que habréis visto la foto que ilustra este post anteriormente. Y es que el nombre de Margaret Hamilton ha salido en bastantes medios de comunicación de un tiempo a esta parte ya que esta ingeniera de software fue una de las responsables de escribir el programa del Apolo 11 y a día de hoy sigue recibiendo reconocimientos y dando conferencias por todo el mundo.
¿Pero cómo llegó hasta allí?
La pasión de Margaret Hamilton por las matemáticas le llevó a comenzar sus estudios en la Universidad de Michigan licenciándose en 1958. Además de su licenciatura en Matemáticas, llama la atención que también esté diplomada en Filosofía. Margaret, tenía la intención de estudiar matemáticas abstractas en la universidad de Brandeis. Para pagarse los estudios, entró a trabajar en el MIT.
Allí donde empezó a relacionarse con la programación, estudiando por su cuenta varios lenguajes. Como ella misma explica en esta entrevista de El Periódico, fue el proyecto SAGE la que le ayudó a descubrir otra pasión: encontrar los errores en los códigos que programaban.
Y todo por hacer callar las sirenas que se disparaban si un error aparecía en el programa. Claro que había una razón para que sonaran sirenas sin control cuando había un error. Este proyecto, empezó siendo un programa de predicción meteorológico para acabar detectando aviones enemigos en el territorio de Estados Unidos. Y como imaginareis, Margaret fue la ingeniera de software encargada de desarrollar el programa del ordenador que lo hacía. Claro que aún no se había creado el término de «Ingeniería de Software».
El proyecto fue un éxito total y le permitió unirse al laboratorio que desarrollaba el programa Apolo.
Gracias a ella, se llegó a la Luna
En esta otra entrevista, ella misma reconoce que, como buena programadora, estaba más pendiente de que el programa funcionara que de otra cosa.
A ella se le atribuye el mérito de lograr que la misión del Apolo 11 no fracasara.
El software estaba diseñado para priorizar funciones imprescindibles, descartando los demás, mediante la detección anticipada de errores. Justo en el momento del alunizaje, saltaron varias alarmas indicando que había una emergencia. El ordenador entró en sobrecarga y se reinició sólo. Tras esto, como el ordenador estaba diseñado precisamente para priorizar las tareas más importantes, decidió que el alunizaje era más prioritario que otros temas. Si no hubiera estado diseñado de esta manera, no se hubiera llegado a la luna.
¿Ingeniera de software? Sí, existe y soy yo
Algo así debió pensar Margaret Hamilton cuando empezó a hablar de ingeniería de software. Mientras que sus compañeros del a NASA se burlaban de ella por usar esas palabras, ella fundaba una nueva rama de la ciencia.
Otras fuentes además de las ya mencionadas utilizadas para la creación de este artículo y que puedes consultar si tienes más curiosidad son:
Si te interesan otros artículos similares no dudes en consultar este de Grace Murray-Hopper.
La imagen de dominio público sacada de la Wikipedia es de Draper Laboratory; restored by Adam Cuerde con licencia CC BY 2.0 vía Wikimedia Commons
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