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¡Hola a todos!

Para este segundo episodio del podcast Transforma tu empresa con Vanesa Ramos, he elegido uno de esos temas que parece que nadie repara… hasta que me oyen soltar por la boca las cuatro verdades 🙂

Si empezamos a buscar información sobre transformación digital en Google, nos vamos a encontrar con que el concepto está enmarañado. En la mayoría de los casos, el concepto de transformación digital se queda corto porque se asocia de forma errónea a marketing digital. Es decir, a tener redes sociales, a tener una web donde poder vender online… y lamentablemente, el marketing digital es sólo una herramienta.

Te dejo con el podcast de hoy en Spotify. Recuerda además, que lo tienes disponible en Spreaker, Ivoox, y otras plataformas de podcasting.

Definiciones de Transformación Digital

La Wikipedia define la transformación digital como:

La transformación digital es el cambio asociado con la aplicación de tecnología digital en todos los aspectos de sociedad humana. La transformación digital puede ser considerada como la tercera etapa de adoptar las tecnologías digitales: la competencia digital → el uso digital → la transformación digital, con la capacidad de uso y de transformación transformadora que brinda la alfabetización digital.

Se trata del resultado de adoptar tecnologías digitales, empezamos por competencias digitales pasamos al uso digital y por último llegamos a la transformación digital.

El problema viene de traducir mal los conceptos en inglés: son tres términos diferentes: Digitization, Digitalization y Digital transformation

Este es el artículo de Forbes donde se explica el tema.

Empezamos pasando todo a ceros y unos. Luego, al evolucionar los ordenadores, también evolucionó su uso. Y como consecuencia de estos efectos, tenemos la transformación digital.

«La transformación digital es el efecto social total y global de la digitalización». Es lo que ha ocurrido cuando hemos pasado por los dos procesos anteriores.

La transformación digital implica un cambio de mentalidad, se trata de crear una cultura (social y empresarial) que acepte el cambio.

Ejemplos, los bancos

Primero pasamos de escribir a lápiz y papel a introducir la información en los ordenadores.

Como consecuencia del desarrollo de las redes de telefonía, los propios ordenadores y más tarde internet y los smartphones, tenemos acceso online a nuestro saldo bancario. Y pasamos a hacer operaciones sin levantarnos del asiento, en cualquier momento y lugar gracias a las apps y a la conexión a internet de nuestros móviles.

Gracias a todas esas innovaciones, la sociedad de hoy no se parece en nada a la de 1980. La sociedad ha cambiado. Y las empresas, los bancos, también.

Cada vez acudimos menos a los bancos. ¿Qué ha implicado esto?

Los bancos han dejado de abrir oficinas y han empezado a cerrar, donde había 10 empleados ahora hay tres… Y todo ello derivado de los profundos cambios que algo tan aparentemente sencillo como el no necesitar acudir en persona a hacer una transferencia.

En Planeta Tándem dan otra definición que también me gusta mucho:

La transformación digital se puede definir como la integración de las nuevas tecnologías en todas las áreas de una empresa para cambiar su forma de funcionar. El objetivo es optimizar los procesos, mejorar su competitividad y ofrecer un nuevo valor añadido a sus clientes. Por tanto, no se trata simplemente de comprar ordenadores más potentes, almacenar datos en la nube o instalar un ERP. La transformación digital implica un cambio en la mentalidad de los directivos y los empleados de las organizaciones. Es una apuesta de futuro hacia nuevos métodos de trabajo que aprovechen todo el potencial de la digitalización.

Se trata del proceso que consigue un cambio en la mentalidad porque al final de lo que se trata es de que sobrevivamos a la famosa ola que nos viene encima.

¿Qué se busca con la transformación digital en una empresa?

Que la empresa siga siendo rentable de aquí a 20 años, que no tenga que cerrar sus puertas. Las transformaciones se van a dar sí o sí, como empresas y como personas, necesitamos saber adaptarnos a los cambios que vienen.

¿Están los cambios provocados únicamente por la tecnología?

A la vista está que no… Hasta hace unos meses os hubiera hablado de las innovaciones en cualquier ámbito, la rueda fue una innovación en su día. La necesidad de cambio puede producirse por cientos de razones. Sólo tenemos que asomarnos a la ventana ahora mismo.

No es un proceso sencillo.

Hay que reorganizar los métodos de trabajo y las estrategias empresariales pero como resultado tenemos un mayor beneficio. Se busca conseguir aprovechar al máximo las innovaciones digitales para aprovechar oportunidades que antes no existían.

Las palabras no son mías, son de Jose Facchin.

Después de todo esto, no podemos seguir creyendo que la transformación digital sea una interpretación. No podemos pensar que únicamente estamos hablando de tener redes sociales y de aprovechar la venta online.

El mal uso de las palabras, al final consigue precisamente eso, que lo que sea un proceso complejo se interprete con que «tienes que tener una web responsive y crear redes sociales». No se trata de «tecnología por tecnología».

La transformación digital va mucho más allá.

Hablamos de Inteligencia Artificial, de coches autónomos, de robotización y automatización y de contratos inteligentes.

Lamentablemente, no podemos esperar. Estamos en un punto donde debemos ser conscientes de que hay mucho todavía por hacer. Y más cuando hablamos de pymes, micropymes o autónomos.

No es arriesgado decir que nos enfocamos en sobrevivir, cuando deberíamos estar enfocándonos en muchas otras cosas.

Por esto siempre digo que el centro de la transformación digital, son las personas.

Dónde encaja el marketing digital

Como te he comentado, el marketing digital no es la transformación digital que muchos quieren venderte.

El marketing digital es una herramienta más, que encaja en tu proceso productivo como una pieza adicional. Antes hay que analizar procesos, revisar qué hace cada persona, revisar qué herramientas se pueden aplicar, revisar innovaciones…

Como las cosas importantes de la vida, se trabaja de adentro hacia afuera.

La página web, las redes sociales, es la parte más externa de la empresa, es el último paso.

¿Tiene lógica tener una página web si no tienes optimizada la parte interna de tu proceso productivo? ¿Tiene lógica tener redes sociales si no puedes dedicarte a ellas?

Y aquí me da igual si eres autónomo, empresa de producto, de servicio, una cafetería o un spa. Una vez tengas optimizados tus procesos internos empezaremos a hablar de lo que ven los demás.

Cómo saber el grado de digitalización de mi empresa

Bueno, quizás no es necesario mirarlo en grados, puede que tu intuición ya te diga en qué nivel estás.

Por ejemplo, ¿todo el mundo tiene que tener una página web?

Dependiendo del tipo de negocio, teniendo en cuenta que puede ser un local pequeño o que no realiza venta de productos en su local… pues igual con aparecer en Google My Business es suficiente. Tener una web no es sólo tener una web, es mantenerla como te he contado antes y más sabiendo cómo funciona Google.

Lo siento pero no podemos empezar a hacer la casa por el tejado.

Si quieres que me una a tu equipo para ayudarte a analizar los procesos de tu empresa, recuerda que tienes disponible mi servicio de Consultoría para la innovación

Te espero en el próximo episodio y de momento, nos vemos por las redes. Estoy en Linkedin, Instagram, Twitter y Youtube, todas accesibles desde aquí.

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